Las bolsas de vacío están diseñadas para la conservación de alimentos, permitiendo mantener su sabor, textura y propiedades por más tiempo. Disponibles en varios grosores (90 y 150 μm), destacan por su transparencia, resistencia y versatilidad.
Fabricadas mediante coextrusión de poliamida (PA) y polietileno (PE), estas bolsas no son esterilizables ni aptas para cocción directa, pero admiten procesos de pasteurización (hasta 70 °C durante 2 horas) y congelación a temperaturas de hasta -25 °C.
Disponibles en medidas estándar o a medida, y con opciones de personalización como impresión, abrefácil o colgador, son ideales para aplicaciones en embutidos, carnes, quesos, productos preparados y sector gourmet.